domingo, 7 de febrero de 2010

Introducción a la Sistemática

Origen
Desde que la vida surgió en sus formas más sencillas hace aproximadamente 3.500 millones de años los seres vivos se han ido diferenciando generación tras generación en un proceso de evolución continua. En nuestros días se estima están descritas alrededor de 1,5 millones de especies vivientes, y se calcula que deben existir varios millones más; y si pensamos en el número de especies que surgieron y se extinguieron desde que apareció la vida, el número total asciende extraordinariamente.
La sistemática es la parte de la biología que se desarrolló primero, dentro del campo de la historia natural, que abarca también la parte descriptiva y sistemática de la geología. Su método se centró inicialmente en la observación sistemática (método observacional). La rápida acumulación de datos descriptivos condujo a mediados del siglo XVIII a la revolución linneana, con el establecimiento de convenios precisos para la nomenclatura y la clasificación de los seres vivos, válidos con independencia de la nacionalidad, la lengua o los objetivos precisos del investigador. Por lo tanto, el sistema más utilizado con algunas modificaciones es el "Linneano", creado por el botánico sueco Carlos Linneo (1707-1778) en el siglo XVIII.

Sin abandonar la tarea de catalogar la naturaleza, aún hoy apenas iniciada, la sistemática tuvo que desarrollar sus métodos en el sentido que resume la expresión “método comparativo”. En primer lugar, la sistemática se benefició, como otras ciencias que se ocupan de sistemas complejos y determinados por una historia concreta, del desarrollo de la estadística descriptiva, desde finales del s.XIX, y muy especialmente de la estadística multivariante, a mediados del s.XX.

Objeto
La sistemática se ocupa de la diversidad biológica tanto en un plano descriptivo, como en otro explicativo o interpretativo. La diversidad de características que despliega la naturaleza viviente, las semejanzas y diferencias, son el resultado de la evolución, y efecto de dos clases de causas: Las relacionadas con la adaptación. La evolución conduce a los caracteres hacia grados mayores de adecuación para la función que los explica. Es la existencia de la adaptación, uno de los efectos de la selección natural, la que obliga a la biología a recurrir a fórmulas teleológicas en sus explicaciones.

Escuelas
Tres son las principales escuelas sistemáticas:
Ø Sistemática evolutiva. Encabezada principalmente por J. Huxley, G. G. Simpson y E. Mayr, planteó por primera vez de un modo formal la manera de reconstruir filogenias y de representarlas en forma de clasificaciones. La sistemática evolutiva utiliza cuatro criterios principales: la discrepancia morfológica, el nicho adaptativo, la riqueza en especies y la monofilia mínima.
Ø Taxonomía numérica (fenética) Simultáneamente surgía la escuela o de R. R. Sokal & P. H. A. Sneath, que considera que la filogenia no puede conocerse de manera objetiva; por tanto, su finalidad no es la de reconstruir filogenias, sino la de establecer clasificaciones estables. Se basa en técnicas matemáticas que permiten establecer clasificaciones (fenogramas) fundadas en el grado de similitud global ("overall similarity"). La escuela fenética toma el máximo número de caracteres disponibles sin preocuparse de su significado evolutivo, no diferenciando entre homología y homoplasia.
Ø Sistemática cladista (Cladística). El reconocimiento de que la diversidad es fruto de la evolución, hizo a Charles Darwin suspirar por una clasificación estrictamente basada en el parentesco. Este objetivo se está logrando gracias al entomólogo alemán Willi Hennig que, en 1950, propuso su teoría de la sistemática filogenética (posteriormente denominada cladista), que introducía explícitamente el concepto de evolución en sistemática. Sus ideas han sido desarrolladas y seguidas por numerosos autores, sobre todo en el último cuarto del siglo XX. La idea central es la monofilia estricta; según los cladistas, un grupo es monofilético si comprende la especie ancestral de este grupo y todos sus descendientes, y solo ellos. El criterio de reconocimiento de un grupo monofilético es la identificación de al menos un carácter apomorfo compartido por todos los miembros del grupo y heredado de su especie ancestral. La cladística actual utiliza el análisis filogenético y el principio de parsimonia para elaborar esquemas filogenéticos (cladogramas). Su producto está siendo una revolución en las clasificaciones, que ya no se limitan a catalogar, sino que se convierten en explicación (filogenética) de la diversidad, y en la más rica fuente de hipótesis para todas las disciplinas experimentales de la Biología, e incluso ciencias relacionadas, como la Psicología o la Medicina.
Estas tres escuelas se libraron durante casi veinte años a una controversia en la que el dogmatismo y la mala fe no estuvieron siempre ausentes. No obstante, después de algunos años, un gran consenso se estableció entre los partidarios de la sistemática evolutiva en el sentido de que los grupos de organismos no pueden establecerse más que sobre la base de caracteres comunes y exclusivos, las sinapomorfías, que puede pensarse que fueron heredados de una especie ancestral.

Disciplinas del campo sistemático
La taxonomía y la nomenclatura son disciplinas instrumentales, más cercanas al concepto de técnicas que al de ciencias.
La larga lista de especialidades tiene que ver con la diversidad misma que la Sistemática investiga. La división inicial en Botánica se fue ampliando para sumar una Microbiología y una Virología (estudio de los virus). Cada taxón mayor es el centro de una especialidad, y sus grupos subordinados los son a su vez de otra.

Taxonomía y Sistemática
Los orígenes de la taxonomía
Los orígenes de la taxonomía se remontan a los orígenes del lenguaje, cuando las personas llamaban con los mismos nombres a organismos más o menos similares, sistema que persiste hoy en día en lo que llamamos los "nombres vulgares" de los organismos. Todas las sociedades humanas poseen un sistema taxonómico que nombra a las especies y las agrupa en categorías de orden superior. El ser humano posee un concepto intuitivo de lo que constituye una especie, producto de categorizarlas según sus propiedades emergentes observadas, y esto se ve reflejado en que todas las clasificaciones populares de los organismos poseen remarcables similitudes entre ellas y también con las utilizadas hoy en día por los biólogos profesionales.
La taxonomía biológica como la disciplina científica que conocemos hoy en día nació en Europa. Allí, a mediados de la Edad Media europea se habían formado las universidades, donde se discutían temas de índole filosófica y técnica. Fue en ese contexto donde los naturalistas se dieron cuenta de que, si bien los nombres vulgares son útiles para el habla cotidiana, necesitaban un sistema más universal y riguroso para nombrar a los organismos: cada especie debía ser nombrada, cada especie debía poseer un único nombre, y cada especie debía ser descripta de forma inambigua. Posteriormente, con la dominación militar y cultural que una Europa revitalizada sostendría sobre el resto del mundo, el sistema allí consensuado se extendería a todo el globo.
Taxonomía linneana al Origen de las especies
En Europa, ya en 1583, el italiano Andrea Caesalpinus había delineado cuáles debían ser las características de un sistema de clasificación: debía ser fácil de usar y de memorizar, estable, predictivo y preciso (ver Greene 1983[45] ). Por lo tanto existía la conciencia de que un sistema de clasificación no sólo debía reflejar la naturaleza (lo que sea que eso significara para cada investigador, teniendo en cuenta que no había conocimiento de la evolución en ese momento), sino también servirle de utilidad a una comunidad de usuarios. Por un tiempo los naturalistas hicieron algunos intentos de ordenar la información disponible sobre los organismos y reglamentar sus nombres. Pero sin duda alguna fue en el siglo XVIII en que la taxonomía recibió un empujón definitivo, gracias al naturalista sueco Carlos Linneo, quien tenía la ambición de nombrar a todas las , plantas y minerales conocidos en la época, agruparlos según sus características físicas compartidas, y normalizar su denominación. Si bien ya había publicado trabajos más modestos antes, fue en 1753 cuando publicó un gigantesco trabajo de dos volúmenes en que almacenó y ordenó toda la información disponible sobre las plantas, y fue el que definió las bases del sistema que se utiliza hoy en día. El libro se llamaba Species Plantarum ("Los tipos de plantas"), y estaba escrito en latín, que era el idioma universal de la época. En ese libro las plantas estaban agrupadas según sus similitudes morfológicas. Linneo fue uno de los primeros naturalistas en enfatizar el uso de similitudes entre organismos para construir un sistema de clasificación. De esa forma y sin saberlo, estaba clasificando a los organismos en virtud de sus similitudes genéticas, y por lo tanto también evolutivas. En su libro, cada "tipo de planta" era descripto con una frase en latín limitada a 12 palabras. Él propuso que esas pequeñas descripciones fueran el nombre utilizado en todo el mundo para referirse a cada una de sus "especies". A estas pequeñas descripciones, o polinomios, él las llamó "el nombre propio de cada especie", pero agregó una importante innovación que ya había sido utilizada antes por Caspar Bauhin (1560-1624): la nomenclatura binominal o binomios, como el "nombre corto" de las especies. En los márgenes de su Species Plantarum, seguido del nombre "apropiado" polinomial de cada especie, escribió una sola palabra. Esta palabra, combinada con la primera palabra del polinomio (hoy llamada género), formaba un nombre más fácil de recordar y corto para cada especie. Por ejemplo, la hierba de gato fue nombrada "apropiadamente" con el polinomio: Nepeta floribus interrupte spicatus pedunculatis (en español, "Nepeta con flores en una espiga interrumpida pedunculada"). Linneo escribió la palabra cataria en el margen del nombre apropiado de la especie, que quiere decir "relacionada con los gatos", haciendo referencia a un atributo familiar de la especie. Tanto él como sus contemporáneos rápidamente empezaron a llamar a la planta con el nombre Nepeta cataria, que es el nombre que persiste hoy en día.
La nomenclatura binominal para identificar de manera unívoca a las especies, solventaba así los problemas de comunicación producidos por la variedad de nombres locales. A la vez Linneo propuso un esquema jerárquico de clasificación, donde las especies muy similares se agrupan en un mismo género. La categoría de género ya existía, de hecho, en 1694 Joseph Pitton de Tournefort proveyó guías para describir géneros: los caracteres de los géneros debían ser reconocibles en todos los miembros del género y ser visibles sin el uso de un microscopio. En lo posible, estos caracteres debían ser tomados de la flor y el fruto. Linneo utilizó los géneros, y creía que tanto los géneros como las especies existían en la naturaleza (eran "grupos naturales"), mientras que las categorías más altas eran sólo materia de conveniencia humana. Esta distinción entre categoría "real" y categoría "artificial" no era menor, ya que el creer que los géneros fueran reales (es decir, que existen independientemente de nuestro discernimiento), guía al investigador de una forma diferente de la que lo hace creer que la categoría es artificial. En palabras de Linneo:
Los caracteres no hacen al género, el género nos da sus caracteres.
Con estas palabras, Linneo reconocía que las especies se agrupaban de forma diferente si se elegían caracteres diferentes, pero había "algo más" que la mera similitud de caracteres que agrupara a las especies en un mismo género, y había que saber elegir los caracteres a considerar para que la agrupación resultara ser un "grupo natural". Esta afirmación, fruto de la intuición de Linneo, no tendría base científica hasta la aparición de la teoría de la evolución (de Queiroz y Gauthier 1990).

Linneo falló en la búsqueda de caracteres que fueran comunes a todos los miembros aun en las más "naturales" de las familias, como las umbelíferas. En la foto: hojas de apio (Apium) con sus pequeñas inflorescencias, hábito de la zanahoria (Daucus), inflorescencias de hinojo (Foeniculum), inflorescencias del cardo corredor (Eryngium), raíz de perejil (Petroselinum).
Linneo también trató de agrupar a algunos géneros en familias que se podían considerar "naturales" (la idea de que existían familias naturales data de Pierre Magnol en 1689[48] ), si bien no les otorgaba una descripción, y para 1751 había reconocido 67 familias (Linneo 1751[46] ), dejando muchos géneros sin ubicación. Linneo buscaba caracteres que fueran encontrados en todos los miembros de cada familia, pero falló en su búsqueda aún en las más "naturales" de las familias, como Umbelliferae. También agrupó a los grupos naturales en órdenes y clases artificiales, sólo útiles para ordenar los grupos naturales de forma que sean fáciles de encontrar en una lista o un herbario. Los caracteres que utilizó para ello fueron el número de estambres y el número de estilos y estigmas. En 1789, Antoine-Laurent de Jussieu en su libro Genera plantarum describió tanto géneros como familias de plantas y puso a estas últimas en clases. Su formación de especies, géneros y familias fue exitosa, y esta fundación jussiana es la que básicamente se conserva hoy en día para la clasificación de las plantas, si bien con el tiempo fueron agregadas familias, los límites de las familias existentes en ese libro fueron modificados, y fueron agregadas más categorías, como la de orden entre familia y clase, y filo y reino por encima de la clase.

De esta forma se delinearon las primeras relaciones entre las especies. Los sistemas de clasificación pueden ser "arbitrarios", si sólo tratan de agrupar los organismos para facilitar su determinación de manera artificiosa (por ejemplo, de acuerdo a su utilidad para los humanos), o "naturales", cuando las jerarquías se establecen en función de sus afinidades en la Naturaleza. La palabra "natural" nunca fue definida científicamente, y en la época de Linneo sólo quería decir que las especies habían sido creadas "naturalmente" parecidas a algunas y disímiles de otras (de hecho, cada científico poseía su propia definición de "sistema natural", que tenía que ver principalmente con cada concepción filosófica del mundo).

En 1778 Lamarck sugirió que los caracteres utilizados por los científicos para dividir los taxones no necesariamente tenían que ser los mismos que la gente utilizara para diagnosticarlos. Él promovió el uso de claves de identificación, libros que permitían a los usuarios no expertos identificar un organismo dado mediante caracteres fácilmente visibles. De esta forma mitigó el conflicto entre los creadores de los sistemas de clasificación, que a medida que aumentaba el conocimiento agrupaban a los organismos en grupos cada vez menos intuitivos, y los usuarios de esos sistemas, que estaban más interesados en su utilidad que en la "naturalidad" de sus grupos.
El término "Taxonomía" (Taxonomie, en francés) fue empleado por primera vez por el biólogo suizo Augustin Pyrame de Candolle a comienzos del siglo XIX. En términos etimológicos estrictos, debe considerarse quizá preferible la forma «Taxinomia», pero tiene un uso muy limitado, casi siempre en traducciones del francés. Un número de sistemáticos, especialmente en Francia y Alemania, adoptaron el concepto de "espécimen tipo". Estos "tipos" eran plantas que se guardaban en un herbario, que representaban la forma más común del grupo, o la forma más "perfecta" (estos autores consideraban la simetría radial y la bisexualidad más perfectas que las demás formas, por lo que se ha dado el caso de que guardaran mutantes como ejemplar tipo).
Por varias décadas después de la edición de los libros de Linneo, proliferaron los nombres para las plantas, y muchas veces hubo más de un nombre para una especie dada (diferentes nombres para el mismo taxón son llamados "sinónimos"). Cuando así era, el nombre de uso común era normalmente el más descriptivo, o simplemente el utilizado por la autoridad más eminente del momento. A esto se sumaba que algunos nombres de géneros y algunos epítetos específicos eran compuestos por más de una palabra. Esta falta de estabilidad nomenclatural hizo peligrar el logro de Linneo de una única clasificación para la comunicación, y eso llevó a, en 1813, la adopción de un código para nombrar a las plantas, llamado Théorie Elémentaire de la Botanique ("Teoría Elemental de la Botánica") donde se reglamentara cuál era el nombre válido para cada taxón.
Taxonomía y evolución
Antes de que existiera la teoría de la evolución, se pensaba a las relaciones entre los organismos de una forma muy parecida a las relaciones entre los países en un mapa. Cuando irrumpió la teoría de la evolución a mediados del siglo XIX pronto se admitió, tal como formuló el propio Darwin, que el grado de parentesco entre los taxones (filogenia) debía ser el criterio para la formación de los grupos. La publicación de su libro El origen de las especies en 1859 estimuló la incorporación de teorías evolutivas en la clasificación, proceso que hoy en día aún no está terminado.

El debate entre los partidarios de los sistemas artificiales y los defensores de la construcción de un sistema natural fue uno de los conflictos teóricos más intensos de la biología de los siglos XVIII y XIX, sólo resuelto con la consolidación de la teoría de la evolución, que ofreció el primer criterio demostrable de "naturalidad": la ascendencia común. Mientras más parecidos eran dos organismos entre sí, más cercano era su ascendiente común, y por lo tanto más cercanamente se agrupan en la clasificación. Los organismos que comparten sólo unos pocos caracteres comparten un ascendiente más lejano y por lo tanto son ubicados en taxones diferentes, compartiendo sólo los taxones más altos.

Un paso crítico en este proceso de convertir a los sistemas de clasificación en un reflejo de la historia evolutiva de los organismos fue la adquisición de una perspectiva filogenética, para la cual biólogos como Willi Hennig (entomólogo alemán, 1913-1976), Walter Zimmermann (botánico alemán, 1892-1980), Warren H. Wagner, Jr. (botánico norteamericano, 1920-2000) y muchos otros han hecho valiosos aportes. La Biología Sistemática es la ciencia que se ocupa de relacionar los sistemas de clasificación con teorías sobre la evolución de los taxones.
Hoy en día, el desarrollo de nuevas técnicas (como el análisis del ADN) y las nuevas formas de análisis filogenético (que permiten analizar matrices con una cantidad enorme de datos) están produciendo cambios sustanciales en las clasificaciones al uso, obligando a deshacer grupos de larga tradición y definir otros nuevos. Los aportes más significativos proceden de la comparación directa de los genes y de los genomas. El "boom" de los análisis de los genes de los organismos ha invertido el papel de la morfología especialmente en la Taxonomía de plantas: cuando fue creada y durante muchos años, la Taxonomía era la ciencia que agrupaba a los organismos según sus afinidades morfológicas (y luego también anatómicas, fisiológicas, etc.). Pero hoy en día, cada vez más los organismos son agrupados según las similitudes en su ADN (y recientemente, en segundo lugar, con apoyo del registro fósil y la morfología), y la evolución de los caracteres morfológicos es "interpretada" una vez el árbol filogenético está consensuado. Esta situación enriqueció el campo de la Biología Sistemática, y logró una relación íntima de esta última con la ciencia de la Evolución, relación que antes había sido desatendida por los científicos, debido a la cantidad de imprecisiones que había antes de la llegada de los análisis de ADN en los sistemas de clasificación. En muchas porciones del árbol filogenético, la Taxonomía pasó a ser sólo la subdisciplina de la Biología Sistemática que se ocupa de crear el sistema de clasificación según las reglas, y la "estrella" pasó a ser el árbol filogenético en sí. Los sistemas de clasificación se hacen en colaboración, según el árbol filogenético más consensuado)], y hoy en día se utilizan métodos estadísticos para consensuar los nodos del árbol filogenético.
Definición de taxonomia
De la clasificación de los organismos surgió una ciencia llamada taxonomía (de la raíz griega taxis que significa ordenación). La organización que establece la taxonomía tiene una estructura arbórea en la que las ramas a su vez se dividen en otras y éstas a su vez en otras menores, a cada una de las ramas, ya sean grandes o pequeñas, desde donde nacen hasta su final, incluyendo todas sus ramificaciones se denomina taxón.
La taxonomía tiene por objeto agrupar a los seres vivos que presenten semejanzas entre sí y que muestren diferencias con otros seres, estas unidades se clasifican principalmente en siete categorías jerárquicas de más grande a más pequeña que son:
Dominio - Reino - Phylum o División (Tipo) - Clase - Orden - Familia - Género - Especie
Estos siete niveles a veces no suelen ser suficientes para clasificar de forma clara a todos los seres vivos, y es necesario en algunos casos crear subdivisiones intermedias, como superorden, que agrupa varios órdenes, o suborden y superfamilia, que agrupan a varias familias, entre otros.
Los organismos se agrupan en dendrogramas. Cada rama (o nodo) del dendrograma se corresponde con un taxón. Con respecto a las restricciones para nombrar a los taxones, los géneros y especies no las tienen (salvo por el hecho de que tienen que estar en latín o latinizados), en las categorías superiores a género a veces es necesario que tengan un sufijo en particular, según se indica en la siguiente tabla:

Categoría taxonómica
Plantas
Algas
Hongos
Animales
Bacterias[42]

Taxonomía y biodiversidad
La Tierra hoy en día está enfrentando una crisis de biodiversidad causada por actividades humanas (como las que llevan a la pérdida del hábitat y la introducción de especies exóticas) comparable en magnitud a las grandes extinciones registradas en los períodos geológicos. Hoy en día existe una conciencia general de que no será posible conservar todas las especies. Los especialistas deben calcular en qué hábitat y en qué especies focalizar los presupuestos asignados a la conservación, y generar modelos predictivos acerca del futuro de la biodiversidad. En ese sentido, la taxonomía juega un rol preciso, en particular en lo que respecta a la definición de especie y de especiación. En cambio según el concepto filogenético de especie (que asigna como miembros de una especie a los que poseen evidencia de formar una unidad evolutiva en un análisis de filogenia, más allá de si pueden hibridar con otras poblaciones o no), obtuvieron 249 especies endémicas, con la mayor concentración en zonas tanto llanas como montanas del oeste. La selección de una clasificación por sobre la otra, por lo tanto, afecta enormemente las prioridades de conservación de cada hábitat. La situación se agrava si se tiene en cuenta que las especies evolucionan, y aun cuando los investigadores se pongan de acuerdo acerca de qué agrupaciones de organismos constituyen una especie hoy en día, algunas de ellas dejarán de ser una única especie en un futuro no muy lejano. En ese sentido, Q. Wheeler (editor) propone la utilización de una "aproximación conceptual" para realizar un análisis de largo plazo de biodiversidad (Wheeler 2.008)
Categorías taxonómicas
La categoría fundamental es la especie, porque ofrece el taxón claramente reconocido y discreto de tamaño más pequeño. Sistemáticos, biólogos evolutivos, biólogos de la conservación, ecólogos, agrónomos, horticultores, biogeógrafos y muchos otros científicos están más interesados en los taxones de la categoría especie que en los de ninguna otra categoría. El concepto de especie ha sido intensamente debatido tanto por la Sistemática como por la Biología evolutiva. Este criterio falla a la hora de definir especies de plantas, debido a que existe hibridación entre especies que conviven en un mismo lugar (a esas especies se las llama a veces "semiespecies" y al grupo que las abarca donde ellas hibridan se lo llama "syngameon"); a la reproducción uniparental que evita el intercambio genético (y crea poblaciones mínimamente diferenciadas, llamadas "microespecies"); y a que una misma especie puede poseer individuos ubicados en lugares muy lejanos (por ejemplo en distintos continentes) que no intercambien nunca material genético entre sí. Con respecto a las pruebas de interfertilidad, en plantas la interfertilidad de las poblaciones varía del 0 al 100%, y en los niveles intermedios de interfertilidad, la asignación de especie no puede darse de forma inambigua según el concepto de especie biológica (Davis y Heywood 1.963) Por eso los sistemáticos de plantas no definen a las especies como comunidades reproductivas, sino como una población o un grupo de poblaciones que poseen mucha evidencia de formar un linaje evolutivo independiente, abandonando de esta forma el concepto biológico de especie.
Una lista de las categorías taxonómicas generalmente usadas incluiría el dominio, el reino, el subreino, el filo (o división, en el caso de las plantas), el subfilo o subdivisión, la superclase, la clase, la subclase, el orden, el suborden, la familia, la subfamilia, la tribu, la subtribu, el género, el subgénero y la especie. Como las categorías taxonómicas por arriba de la categoría especie son arbitrarias, un género (grupo de especies) en una familia puede no tener la misma edad ni albergar la misma cantidad de variación, ni de hecho tener nada en común con un género de otra familia, más que el hecho de que los dos son grupos monofiléticos que pertenecen a la misma categoría taxonómica. Los sistemáticos experimentados están bien al tanto de esto y se dan cuenta de que los géneros, las familias, etcétera no son unidades comparables; sin embargo, algunos científicos caen en el error frecuente de utilizar esas categorías como si lo fueran. Por ejemplo, es común ver medidas de diversidad de plantas como un listado de las familias de plantas presentes en un lugar dado, si bien el hecho de que esos taxones pertenezcan a una "familia" no significa nada en particular. Esta confusión es la que llevó a que se propusiera la eliminación de las categorías taxonómicas, y de hecho son pocos los sistemáticos que se preocupan por ellas y muchas veces llaman a los grupos monofiléticos con nombres informales para evitarlas (por ejemplo hablan de las "angiospermas" para evitar discutir si son "magnoliophyta", "magnoliophytina", "magnoliopsida", etc.).

Nomenclatura
La Nomenclatura es la subdisciplina que aplica las reglas para nombrar y describir a los taxones. El objetivo principal de la Nomenclatura es que cada organismo posea sólo un nombre correcto, y no haya 2 taxones diferentes llevando el mismo nombre. Las reglas de nomenclatura están escritas en los Códigos Internacionales de Nomenclatura. Hay uno para cada disciplina: de Zoología, de Botánica, de bacterias y de virus, y se actualizan frecuentemente como resultado de los congresos internacionales que reúnen a los científicos para tal efecto. Los Códigos proveen el reglamento para que los taxones elegidos sean "válidamente publicados". Para ello deben poseer un "nombre correcto" (y una descripción si el taxón pertenece a la categoría especie), y ser publicados en alguna revista científica o libro.
Los "nombres correctos" de los taxones son los que se atienen a los principios de Nomenclatura, expresos en los Códigos de Nomenclatura Botánica que son:
Ø La nomenclatura botánica, y la nomenclatura bacteriológica son independientes la una de la otra (cada una está representada por su propio Código). Como consecuencia, el mismo nombre puede ser utilizado para una planta o una bacteria (aunque no es aconsejable). Cada especie correctamente nombrada y descripta debe poseer un tipo (técnicamente, es el nombre de la especie lo que posee un tipo). En plantas, por lo general son ejemplares de la especie que fueron colectados y secados en herbarios como el de la foto (aplastándolos entre papeles de diario que se cambian todos los días hasta que dejan de humedecerse), y luego almacenados cuidadosamente en un lugar accesible, como un museo o un jardín botánico. Si almacenar un ejemplar como tipo es complicado, se puede reemplazar por cuidadosas ilustraciones.
Ø El nombre de cada grupo taxonómico debe estar acompañado de un tipo. El "tipo" es algo diferente si estamos hablando de un nombre en la categoría especie o inferior, o de un nombre de una categoría superior a especie. Cuando es descripto un taxón correspondiente a la categoría especie o inferior a especie, el autor debe asignar un espécimen específico de la especie para que sea designado como "el espécimen tipo nomenclatural" que debe estar almacenado en un lugar accesible (por ejemplo si es una planta, en un herbario), aunque también se pueden aceptar ilustraciones. Con respecto a los taxones superiores a especie, el nombre del género posee como "tipo" al nombre de aquella especie circunscripta en él, que fue publicada primero. El nombre de cada taxón superior a género posee como "tipo" al nombre del género que fue publicado primero dentro de la circunscripción del taxón. El tipo tiene como propósito actuar como referencia para el nombre, ya que es el espécimen sobre el cual el nombre está basado. Por ejemplo, cuando un taxón se divide en dos, de forma que uno de los nuevos taxones conserve el nombre y el otro pase a tener un nombre nuevo, el taxón que se quede con el antiguo nombre debe contener también al antiguo tipo en su circunscripción, y basar su descripción en el tipo. Al tipo utilizado en la publicación original se lo llama holotipo, si el holotipo se pierde, se puede elegir otro espécimen del material original como tipo nomenclatural, al que se llama lectotipo. Si no hay especimenes para crear un lectotipo, se puede colectar un nuevo espécimen para que haga de tipo, al que se llama neotipo.

Ø Hay un solo nombre correcto para cada taxón. El nombre correcto de cada taxón es el primero que fue publicado en regla. También conocido como el "principio de prioridad".
Ø Puede haber excepciones al principio de prioridad. Por un lado algunos nombres ampliamente usados no son en realidad el nombre más antiguo asignado al taxón, pero al descubrirse esto el nombre menos antiguo ya había sido muy extendido. Por otro lado a veces hay taxones que poseen más de un nombre correcto. Entonces se agrega el taxón a la lista de nomina conservando, nombres que se consideran válidos por razones prácticas.
Ø Los nombres científicos deben ser en latín, o latinizados aunque sus orígenes sean en otro idioma.
Ø No puede haber dos taxones distintos llevando el mismo nombre dentro de un mismo Código.
Ø Las reglas de nomenclatura son retroactivas, a menos que se indique expresamente lo contrario.
Cuando la aplicación estricta de un Código resulta en confusión o ambigüedad, los problemas son llevados a su Comisión respectiva para que tome una decisión al respecto.
La Nomenclatura Binomial
El desarrollo de un sistema para dar nombre a todos los organismos fue una contribución que hizo Linneo a la ciencia taxonómica, ya que desarrolló un sistema que todavía es usado

Por los científicos: la nomenclatura binomial. A cada especie se le da un nombre de dos palabras en latín.
a) La primera palabra del nombre nos dice el género a que pertenece el organismo. La primera letra del nombre del género siempre va con letra mayúscula.
b) Se usa el latín como idioma
Historia de la clasificación
¿Por qué se necesita un sistema de clasificación?
La tierra está habitada por muchas formas de vida. Ya se han descubierto 325,000 especies de plantas. Los biólogos sugieren que puede haber varios millones de especies diferentes que viven en éste planeta. Para poner orden en este extenso conjunto de formas de vida los biólogos han desarrollado sistemas para agrupar o clasificar los organismos. La taxonomía es la ciencia de la clasificación que comprende algo más que identificar y dar nombres a los organismos. Un taxónomo (el científico que se especializa en la taxonomía) trata de entender las relaciones entre los organismos y de identificar y dar nombre a los organismos. Un buen sistema de clasificación permite a los biólogos saber muchas cosas acerca de un organismo si conoce las características del grupo a que pertenecen.

Sistemas de clasificación
El primer esfuerzo real para desarrollar un sistema de clasificación empezó con los antiguos griegos. Hacia el 350 A.C., al filósofo griego Aristóteles dividió a los organismos en dos grupos: reino animal y reino vegetal, introdujo el término especie queriendo decir "formas similares de vida”. Hoy el término especie significa "un grupo de organismos de una clase en particular, estrechamente relacionados, que pueden entrecruzarse y producir crías fértiles". En los siglos XVI y XVII, los científicos se fijaron nuevamente en la clasificación. En el siglo XVII, el botánico inglés John Ray desarrolló un sistema de clasificación mejorada. Él inventó un método para clasificar las plantas de semilla de acuerdo con la estructura de la semilla, el cual se usa todavía. Ray diseñó un sistema mediante el cual a cada organismo se le daba un nombre en latín, el cual consistía en una larga descripción científica del organismo.
El Sistema De Linneo
El sistema de clasificación que se usa hoy tuvo sus comienzos en el siglo XVIII con el trabajo de Carlos Linneo. Él asignó cada organismo a una categoría grande: al reino vegetal o al reino animal. Entonces, subdividió cada categoría en categorías progresivamente más pequeñas. El sistema de Linneo se basaba en las similaridades en la estructura del cuerpo. Hoy se usa una forma modificada de este sistema. A Linneo se le ha llamado el fundador de la taxonomía moderna.
Las Bases De La Clasificación
La clasificación de una especie está basada en la historia evolutiva de la especie. Muchas de las ideas que apoyan la Teoría de la Evolución dan una base útil para clasificar un organismo como una especie en particular. Hoy los taxónomos que clasifican a los organismos los estudian de diversas maneras.
1. Se estudia la estructura general del organismo para tratar de encontrar estructuras homólogas.
2. Se estudia el ciclo de vida de la especie para buscar un parecido embriológico con potros grupos de organismos.
3. Se determina el grado de parecido bioquímico entre las especies.
4 Se estudia el parecido genético entre los cromosomas de diferentes especies.
Los grupos de clasificación
El sistema de clasificación inventado por Linneo y usado todavía hoy en día es un sistema jerárquico. Consiste de una serie de grupos más pequeños que se originan en grupos más grandes. El sistema jerárquico para la clasificación de los organismos incluye ahora siete categoría mayores y varias subcategorías.
Un reino es un grupo de fílumes estrechamente relacionados, un fílum (llamado a veces división al nombrar las plantas) es un grupo de clases estrechamente relacionadas; una clase es un grupo de órdenes estrechamente relacionados; una orden es un grupo de familias estrechamente relacionadas; una familia es un grupo de géneros estrechamente relacionados. Una especie es un grupo de organismos de un tipo particular que pueden entrecruzarse y producir crías fértiles en condiciones naturales.
Los sistemas modernos de clasificación
En los primeros sistemas de clasificación, todos los organismos se dividían en grupos mayores. Los organismos que eran verdes y carecían de la habilidad para moverse, se clasificaban como plantas, Con el desarrollo del microscopio, se pudieron observar los microorganismos. Cuando los biólogos trataron de clasificar estos organismos, encontraron que muchos no se ajustaban bien a ninguno de los dos reinos. Eventualmente, se sugirió extender el esquema de clasificación. Se formó una nueva categoría: Protista. El reino Protista podría contener todos aquellos que organismos que no se ajustaban al vegetal.
A medida que mejoraron los microscopios y continuó el estudio de la célula, se hizo claro que hay 2 tipos de células muy diferentes, que son las células procarióticas las cuales no tienen núcleo y las células eucarióticas que si lo tienen. La mayoría de los organismos tienen células eucarióticas. Para proveer la diferencia entre procariotas y eucariotas. Los taxónomos hicieron otro reino llamado Monera. El reino Monera contiene solamente aquellos organismos que tienen células procarióticas.
Las algas Doradas
El fílum Chyrsophyta se compone de protistas algales que incluyen las diatomeas, las algas marrón-doradas y las algas amarillo-verdosas. Todos los miembros de éste grupo son organismos unicelulares fotosintéticos. Sus células contienen clorofila, pero la presencia de otros pigmentos hace que sus colores vayan desde el marrón hasta el amarillo verdoso. Las diatomeas son protistas algales, que viven, cada una, dentro de una concha de dos partes que se superponen. Esta concha es su pared.
El fílum Pyrrophyta se compone cerca de 1,000 especies de protistas algales unicelulares. A los miembros de fílum Pyrrophyta se les llama dinoflagelados. La mayoría de las especies son marinas, pero se encuentran unos pocos en agua dulce. Los dinoflagelados tienen clorofila, la cual, usualmente, no se puede distinguir debido a que otros pigmentos le dan a la célula un color rojizo u otros colores.
La mayoría de los dinoflagelados se reproducen asexualmente por división celular, pero en algunas especies ocurre la reproducción sexual.
La Naturaleza De Los Hongos
Los hongos necesitan humedad. Muchos de ellos no pueden vivir donde hay una luz solar fuerte. La mayoría de los hongos son saprófragos, los saprófragos consumen los restos y los desperdicios de otros organismos. Algunos hongos son parásitos.
Las plantas vasculares y las plantas no vasculares
El reino vegetal comprende unas 350,000 especies conocidas. Las plantas se agrupan en cinco fílumes.
Al fílum Tracheophyta pertenecen los miembros más complejos del reino vegetal. Este fílum incluye a todas las plantas vasculares. Las plantas vasculares son las que tienen tejidos especializados para transportar el agua y el alimento a través del cuerpo de la planta.
Las plantas que no tienen sistemas vasculares son más sencillas y más antiguas que las plantas vasculares. Las plantas sin tejido vascular se llaman plantas no vasculares.

Las Algas Verdes
Las más sencillas de las plantas no vasculares son las algas. Las algas son plantas, principalmente acuáticas, que viven tanto en agua dulce como en agua salada. Algunas crecen también en terrenos húmedos, en la corteza de los árboles y en la madera.
En el agua, las algas flotan junto a muchos otros organismos sencillos. Algunas algas, las bacterias, los hongos y algunos animales pequeños forman el plancton. Las algas de plancton son el fitoplancton. El plancton es la base de las cadenas alimenticias en el mar.
Las algas se clasifican de acuerdo con los pigmentos que contienen, la forma en que almacenan su alimento, las sustancias químicas en sus paredes y la presencia o ausencia de estructuras especializadas para el movimiento. Los principales grupos de algas el fílum Chlorophyta, el fílum Phaeophyta y el fílum Rhodophyta.
A los miembros del fílum Chlorophyta se les llama algas verdes.. La mayoría de las algas verdes vive en agua dulce, otras viven en agua salada, en la nieve, en la tierra y en los árboles.
Las Algas Pardas (Color Café)
A los miembros del fílum Phaeophyta se les llama algas pardas. Mientras la mayoría de las algas verdes son plantas de agua dulce, la mayoría de las algas pardas viven en el agua fría a lo largo de las costas rocosas, como la del Pacífico en América del Norte.
Las algas pardas crecen adheridas a las rocas, las conchas o a otras algas marinas. Las algas pardas son multicelulares.
Las Algas Rojas
Las plantas del fílum Rhodophyta se llaman algas rojas. Igual que las algas pardas, las algas rojas son mayormente marinas. Contrario a las algas pardas, las algas rojas crecen bien en aguas tropicales, a veces a grandes profundidades. Las algas rojas pueden llevar a cabo fotosíntesis a grandes profundidades. Se han encontrado algunas algas rojas a una profundidad de 1745 m.


Las plantas terrestres no vasculares
Las Briofitas
Hay solamente un fílum de plantas no vasculares que está adaptado para vivir en tierra. A los miembros de este grupo, fílum Briophyta, se les conoce como briofitas. Este grupo incluye las hepáticas y los musgos. Las briofitas se encuentran, con frecuencia, en ambientes húmedos.En todas las briofitas, la planta principal es el gametofito que no tiene raíces, ni tallos, ni hojas verdaderas. Las estructuras parecidas a unas raíces, llamadas rizoides, anclan a las briofitas a la tierra. Las estructuras parecidas a unas hojas que tienen las briofitas, son de una célula de espesor. Están adaptadas para absorber agua rápidamente.

Casi todas las briofitas viven agrupadas, lo que les permite retener la humedad. Las hepáticas son briofitas que crecen extendidas a lo largo de una superficie, en vez de hacia arriba. Los musgos son briofitas cuyos gametofitos crecen erguidos y alcanzan varios centímetros de alto. Muchos musgos tienen células sencillas para conducir agua y alimento. Los musgos que crecen sobre terreno abierto recientemente pueden prevenir la erosión del mismo. Los musgos que crecen sobre la roca desnuda pueden crear otra capa de terreno en la cual podrán crecer otras plantas. El papel de los musgos como pioneros es de extrema importancia en áreas que han sido destruidas por derrumbes, inundaciones y fuegos.

El ciclo de vida de las briofitas
Tanto en los musgos como en las hepáticas, los espermatozoides se producen en estructuras especializadas llamadas anteridios. Los huevos se producen en estructuras llamadas arquegonios. La transferencia del espermatozoide al óvulo depende del agua.

Las Plantas Vasculares.
Los Licopodios Y Las Colas De Caballo
Las briofitas y algunas algas son las únicas plantas terrestres no vasculares. La mayoría de las plantas terrestres están mucho mejor adaptadas a condiciones secas. Estas plantas, agrupadas en el fílum Tracheophyta, son plantas vasculares que poseen tejidos especializados para conducción, el xilema y el floema. Las plantas vasculares tienen hojas duras adaptadas para retener el agua. Las hojas de las plantas vasculares están cubiertas por materiales cerosos, como la cutina.

Los helechos.
Los helechos, unas plantas que pertenecen al subfílum Pterópsida. Los helechos se distinguen con facilidad por sus hojas, que tienen venas ramificadas. Los helechos crecen en gran variedad de ambientes. Las hojas de los helechos son muy conocidas. A la hoja del helecho se le llama fronda. Cada fronda proviene de un tallo horizontal subterráneo llamado rizoma.
El ciclo de vida de los helechos.
Generalmente, las esporas de un helecho se producen en la superficie inferior de las frondas, en unas estructuras que se conocen como soros. Los soros son masas de estructuras que producen esporas.

Cuando las esporas maduran, el anillo exterior de la estructura productora de esporas se seca. Después, se rompe de manera que dispara las esporas lejos de la planta de helecho. El viento aleja todavía más las esporas de la planta. Solo las que caen en ambientes adecuados pueden germinar. Los espermatozoides nadan por el agua. Los helechos están bien adaptados a la vida en tierra. Pueden vivir en una amplia gama de ambientes; algunos, en sitios donde pueden vivir pocas plantas.

Angiospermas
Origen de las angiospermas
Primeros restos fósiles claramente atribuibles a las angiospermas que aparecen en el Cretácico inferior (Mesozoico). Consisten en granos de polen, restos de hojas y de madera o primeros tipos de polen parecidos a los de las gimnospermas y los miembros de la Subclase Magnoliidae (granos monocolpados) o luego aparecen granos de polen más evolucionados (tricolpados, tricolporados y finalmente o e triporados) o primeras hojas enteras y paralelinervias (similares a las monocotiledóneas) y también hojas con nerviación irregularmente pinnatinervias o posteriormente aparece la nerviación regularmente pinnada y pinnaticompuesta. Primeras angiospermas que se originaron en los trópicos y luego fueron radiando hacia las zonas templadas. En el hemisferio boreal fueron sustituyendo a los helechos y gimnospermas; el Cretácico medio las angiospermas empiezan a ser dominantes, se extinguen las Cycadeoidopsida, y se reducen las Cycadopsida y Ginkgopsida. Las angiospermas son plantas con flores y semillas caracterizadas por una doble fecundación y por al existencia de frutos cerrados.

Características generales:
Las angiospermas, constituyen el subgrupo más importante de las fanerógamas. Reúne en efecto, cerca de 270.000 especies, número que aumenta cada año en consonancia con los descubrimientos de nuevas especies por parte de los botánicos sistemáticos; éstas especies se agrupan en 300 ó 400 familias según los criterios de los diferentes autores.
Se separan las especies de este enorme subgrupo en dos clases, ateniéndose al número de cotiledones que poseen sus semillas. Se distinguen así las monocotiledóneas, con un solo cotiledón en su semilla, hojas paralelinervias y raíces fasciculadas; y las dicotiledóneas, con dos cotiledones, hojas con nerviación articulada y raíces axomorfas. La característica fundamental de éste subgrupo reside en la estructura del órgano femenino: el cárpelo. Es el órgano foliáceo, cerrado, vuelto sobre sí mismo, que se transforma en fruto después de la fecundación, en su interior se encuentran los óvulos que evolucionan hasta ser semillas. Como resultante de la estructura del cárpelo, el grano de polen hasta los grupos reproductores.

La mayoría de las especies angiospermas tienen raíces, tallos y flores. No son más que adaptaciones a ambientes extremos o a una biología muy particular, las que provocan la atrofia de cierto órgano, traducción del sistema foliar por parte de plantas desérticas, supremisión por parte de los parásitos. La morfología y la estructura de las raíces, tallos y hojas, caracterizan a las angiospermas de manera menos rigurosa que las flores. Las angiospermas comprenden junto a las leñosas, en considerable número de plantas herbáceas, tienen unas hojas que ordinariamente poseen formas de lámina más o menos recortadas y que no viven corrientemente más allá de una estación.
Las Hojas:
Las hojas de las angiospermas, son en general, pecioladas. Una hoja completa consta de vaina, pecíolo y limulo, sí falta el pecíolo, la hoja se dice sesil. La lámina folial no es uniforme, en ella se aprecia el nervio y su disposición constituye su nervadura. El tipo de nervadura más común es la pinnada, con un nervio principal, en otras no hay solo un nervio principal si no varios, ésta es la nervadura palmeada. Cuando el limbo foliar no presenta resalto, la hoja se llama entera, cuando los bordes no son lisos se llama dentada, si las endiduras tienen poca profundidad, festronceadas, si son obtusas, sinuadas etc.
Las hojas pinnadas, pueden tener un número de folíolos impar y se llaman imparipinnadas, y si es par, parimpinnadas. El trébol es una hoja trifoliada. A menudo en la base de la hoja ya a ambos lados aparecen dos pequeños apéndices de forma, consistencia y tamaño muy variable, las llamadas estípulas. Por su disposición sobre el tallo o ramas, las hojas se denominan alternas, cuando se insertan a distinta altura, opuestas, si nacen una enfrente de otra y verticidadas si hay más de las situadas a un mismo nivel. A las hojas próximas a las flores se les llama brácteas.
Las Flores:
En las angiospermas, las flores presentan una gran riqueza y extensa diversidad de tipos, por lo que se refiere al número de sus piezas florales, la diversidad es inmensa, el tipo más corriente es el de cinco piezas. En la mayoría, las piezas de casa vertícilo, alternan cuando las flores son isocíclicas. Los distintos verticilos, nacen sobre el extremo del cabillo, formando el tálamo. A menudo es convexo y son más altos cuanto más internos. A veces, es plano y en su parte central se asienta el ginéceo y a su alrededor los estambres y el periasto. En el primer caso se dice que la flor es hipógina, y el segundo perígena. Si el tálamo se une al ovario se denomina epígena.
En la angiosperma, el cáliz realiza una función protectora, la corola constituye un reclamo para los insectos, como también el perfume y el néctar de su polen. El andróceo consta de estambre con sacos polínicos, si estos están frente al eje de la flor son introrsos y si están hacia fuera extrorsos. En las angiospermas el ginóseo se compone de una o varias hojas capilares cerradas. En ella se distinguen tres partes. El ovario, el estilo y el estigma. La flor de la angiosperma puede ser solitaria ó puede encontrarse varias flores reunidas formando una inflorescencia.
La Inflorescencia:
La flor puede nacer aislada pero a menudo, varias flores agrupadas sobre un eje común forman las inflorescencias. Se agrupan en dos tipos principales, la racemosas y las cimosas. En la primera el eje común no termina en flor, en la segunda sí, las principales inflorescencias racemosas o indefinidas son el racimo, la espiga, el colimbo, la umbrela y el capítulo. Las principales inflorescencias cimosas o definidas son el pleocasio, dicasio y el monocasio.
Todas son simples pero son frecuencia las observamos compuestas. Así en las embelíferas unos de los caracteres más importantes es poseer flores agrupadas. En las gramíneas se disponen en pequeñas espigas y estas forman espigas compuestas.
La Fecundación:
En las angiospermas los rudimentos seminales están cerrados y la fecundación es muy complicada. Se realizan mediante el tejido conductor hasta alcanzar el ovario. A veces, la distancia es muy corta y otras relativamente grandes. Una vez llegado al ovario el tuvo polínico se emerge y se introduce en el rudimento seminal hasta alcanzar el saco embrionario y la ovocélula, a veces, se da más rodeo al primer modo de fecundación se designa porogamia y al segundo aporogamia.
El Fruto:
Se entiende por fruto el ovario con semilla madura al convertirse en fruto el ovario sufre en la angiosperma transformaciones extremas, cambio de consistencia y la coloración y ofrece gran riqueza morfológica. La hoja u hojas que integren el fruto junto a las semillas constituyan el pericarpio.
Atendiendo a la consistencia del pericarpio los frutos son o bien seco, si aquel es maduro, membranoso, coriáceo ó leñoso, o bien carnosos si es blando. En unos casos el fruto maduro se abre y suelta las semillas, en otros no se abren jamás. Los primeros son frutos dehiscentes, los segundos indehiscentes. Entre los frutos secos indehiscentes destaca la nuez, la cariópside y el aquenio. Los tres son monospermos. Una nuez en sentido botánico no es el fruto del nogal sino un hueso interno, tienen el fruto en aquenio las especies como la lechuga, alcachofa. , y en cariópside la gramínea. Los principales frutos secos dehiscentes son la cápsula, la silima, la legumbre y el folículo.
La drupa y la balla son frutos carnosos. La drupa es fruto con hueso y la balla es blanda como el tomate. En las flores de ovario infero, cuando el ginéceo se suelda al tálamo aquel interviene en la formación del fruto, el que caracteriza la tribu de las pomoídeas. Procede del tálamo escarnoso y más o menos cariáceo en el corazón que es de origen carpelar, son pomos la manzana, la pera.
Monocotiledóneas:
En su embrión solo hay un cotiledón. Su raíz es de poca duración y más ramificada sin eje central. Su tallo en cambio es poco ramificado. Estas plantas están distribuidas por todo el mundo. Dentro de las monocotiledóneas se encuentran las gramíneas con tanta importancia en nuestras vidas, arroz, caña de azúcar, maíz, trigo etc.

Como se ve las monocotiledóneas son el grupo más importante en la familia de las angiospermas. Liliopsida es el nombre de un taxón asignado a la categoría taxonómica de Clase, que en la clasificación de Cronquist 1981,[] 1988,[] coincide con la circunscripción de las monocotiledóneas, también conocidas como Monocotyledoneae en algunas clasificaciones como la de Engler, y monocots (en inglés) en las clasificaciones más modernas APG (1998[] ).

Las monocotiledóneas se distinguen del resto de las angiospermas en que su embrión presenta un solo cotiledón en lugar de 2 como las dicotiledóneas. A la particularidad principal de poseer un único cotiledón se suman las siguientes características:
Ø Tallos: sin formación de madera secundaria y ausencia de un verdadero tronco. En relación con eso, en el corte transversal del tallo (estela) se observa a los haces de xilema y floema dispuestos en una atactostela, en lugar de una eustela como el resto de las espermatofitas. Si bien las monocotiledóneas son principalmente de hábito herbáceo, algunas pueden alcanzar grandes alturas y tamaños, particularmente los ágaves, las palmeras, los pandanos, y los bambúes.
Ø Hojas: presentando la nerviación paralela.
Ø Flores: fundamentalmente trímeras en 5 verticilos: 3 sépalos, 3 pétalos, 2 verticilos de 3 estambres cada uno, y 3 carpelos.

Las monocotiledóneas se han reconocido como monofiléticas desde hace mucho tiempo, tanto debido a sus caracteres morfológicos y anatómicos distintivos como por sus caracteres en los análisis moleculares de ADN. Las monocotiledóneas comprenden alrededor de 56.000 especies, el 22 % de todas las angiospermas (Soltis et al. 2005). Entre las monocotiledóneas se incluyen las bien conocidas aráceas, los lirios, el jengibre, las orquídeas, los irises, las palmeras, los pastos y los cereales. La familia de los pastos y los cereales (Poaceae) es quizás el grupo económicamente más importante de todas las plantas (Soltis et al. 2005), e incluye cereales como el arroz, el trigo, el maíz, la cebada y el centeno. La mitad de la diversidad de monocotiledóneas puede ser encontrada sólo en dos familias, Orchidaceae (la familia de las orquídeas) y Poaceae (la familia de los pastos y los cereales), que incluyen el 34 % y el 17 % respectivamente de todas las especies de monocotiledóneas (Soltis et al. 2005). Estas dos familias también están entre las familias más grandes de angiospermas, y son miembros dominantes de muchas comunidades de plantas (Soltis et al. 2005).
Evolución
Por algún tiempo, los fósiles de las palmeras se creyeron como las más antiguas monocotiledóneas confiables, aparecieron por primera vez hace unos 90 millones de años, pero esta estimación puede no ser del todo confiable (revisado en Herendeen y Crane 1.995]. Al menos algunos fósiles putativos de monocotiledóneas han sido encontrados en estratos tan antiguos como los de las eudicotiledóneas.

De la topología del árbol filogenético de las angiospermas se podría deducir que las monocotiledóneas estarían entre los linajes más antiguos de angiospermas, lo cual daría apoyo a la hipótesis de que son tan antiguas como las eudicotiledóneas. El polen de las eudicotiledóneas data de hace 125 millones de años, por lo que el linaje de las monocotiledóneas debe ser así de antiguo también. Las estimaciones de edad moleculares también sostienen el punto de vista de que las monocotiledóneas son tan antiguas como las eudicotiledóneas.
Importancia económica
Las monocotiledóneas proveen la mayoría de las comidas básicas del mundo, por ejemplo los granos y las raíces almacenadoras de almidón de muchas especies. También proveen abundante material para la construcción, y un gran número de medicinas. En la sección de diversidad se encuentran ejemplos de importancia económica de las monocotiledóneas.

Dicotiledóneas
Las dicotiledóneas comprenden unas 200.000 de las 250.000 especies conocidas de plantas con flores (Angiospermas). Presentan las siguientes características: Flores normalmente formadas por cuatro verticilos: cáliz, corola, androceo y gineceo. En cada verticilo el número de piezas suele ser en múltiplos de 4 o 5. Crecimiento en grosor (secundario) a partir del cambium vascular, que da lugar a la madera y la corteza de las plantas leñosas. Nerviación de las hojas pinnada o reticulada. Raíz principal desarrollada a partir de la radícula. Semillas con dos cotiledones. Los cotiledones son las hojas embrionarias. Haces vasculares formando anillos. Granos de polen con tres surcos o poros.
Las dicotiledóneas están formadas por 5 grupos monofiléticos, el mayor de ellos fue llamado Eudicotyledoneae (eu- significa "verdadero"). Las eudicotiledóneas comprenden al 75% de las especies de angiospermas, y poseen muchos de los caracteres que antes se habían atribuido a las dicotiledóneas, como el polen tricolpado (y los derivados de éste).
Sus tallos pueden crecer en espesor, la raíz tiene un gran eje central con bifurcaciones, sus flores pueden variar el número de pétalos. Las dicotiledóneas se clasifican a su vez en más grupos como magnoliales, helebóreas, hipocoídeas, monoclamídeas, entre otros.

Referencias Bibliográficas
http://es.wikipedia.org/wiki/Sistem%C3%A1tica.
http://es.wikipedia.org/wiki/Clasificaci%C3%B3n_de_los_organismos_vegetales.
http://www.educarm.es/paleontologia/sistematica.htm.
http://es.wikipedia.org/wiki/Taxonom%C3%ADa.
http://es.wikipedia.org/wiki/Categoría_taxonómica - 36k -.
http://www.monografias.com/trabajos11/biolcero/biolcero.shtml - 60k.
http://es.wikipedia.org/wiki/Nomenclatura_binominal - 41k.
http://www.monografias.com/trabajos5/hiscla/hiscla.shtml - 58k.
www.biologie.uni-hamburg.de/.../cd1/silmar.gif.

1 comentario:

  1. Luego de haber estudiado a fonde el tema de la sistematica, se puede concluir, que la misma constituye una herramienta fundamental en el estudio del reino vegetal, debido a que la misma en conjunto con las disciplinas instrumentales como la taxonomia y nomenclatura permiten la definicion, organizacion, descripcion y clasificacion gerarquica de cada tipo de planta.

    Asi mismo, es de gran importancia mencionar el valor natural de las plantasde clase angiospermas, porque estas constituyen el subgrupo mas importante de las fanecogramos y reunen mas de 270.000 especies, aumentando cada año como consecuencia de los descubrimientos de nuevas especies por parte de botanicos sistematicos. por otra parte se encuentra otro grupo de gran importancia como son los monocotiledoneos, que son plantas que estan distribuidas por todo el mundo y forman parte de la familia angiospermas; pero estas se distinguen por presentar en su embrion un solo cotiledon en lugar de dos como los dicotiledoneos; con respecto a ellos, este grupo comprende unos 200.000 de las 250.000 especies conocidas de plantas con flores (angiospermas).

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